Los restos que no desaparecen

Fragmento del libro «El Jó en la Piedra»

Si desaparecieron en la noche del odio, buscadlos y encontrareis el día.
Solón

Sin memoria no hay verdad. Sin verdad no hay justicia. Solo quien no olvida puede encontrar la justicia. Quien olvida para evitar la intranquilidad de los recuerdos renuncia a la realidad.  La verdad es un derecho. Saber lo que pasó. Poder recordarlos. Que otros lo recuerden. Que la sociedad se acuerde. La verdad está allí. Perdida muchas veces en los pliegues de la historia. Escondida por quienes temen a la luz del día. Pero la verdad siempre está. No puede desaparecer. El paso del tiempo debilita la memoria. La confunde. La trastoca. Pero la verdad siempre sigue. Fue y no volverá a ser. Porque la verdad es la realidad. Todo lo demás es mentira. Un espejismo para manipular la conciencia de los seres humanos.

Si se conserva la memoria la verdad emerge. No sabemos cuando. No sabemos cómo. Pero no hay duda que un día aparecerá. Por eso no debemos dejar de buscarlos. ¡Nunca! No tanto por sus restos óseos, sino por lo que fueron y siguen siendo.  Porque los desaparecidos viven entre nosotros. Son seres que no se han ido. Son seres que han desgarrado sus vidas. Que caminan junto a nosotros. Que se alimentan de nuestra memoria. Y que vuelven a revivir una y otra vez en nuestras acciones. Sigue leyendo

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